La evaluación antes y después de Evaluación
Antes de asistir a clase de evaluación, para mí, evaluar consistía en torturar examinandos con pruebas maratónicas minadas con preguntas que parecieran interrogar sobre cualquier cosa menos de lo que venía en el temario. Afortunadamente, ya no tengo que rendir exámenes de ningún tipo; lamentablemente, ahora todos son trabajos; por suerte, me estoy acostumbrando. Sumido en mi sufrimiento de examinando, entonces, bueno para nada, nunca diferencié entre evaluación formativa y evaluación sumativa . La razón principal se halla en que jamás tuve la oportunidad de cruzarme con la primera y que tuve demasiado de la segunda en forma de insuficiente a secas. Un dry insuficient, por favor . A pesar de todo, ya me iba dando cuenta de que el 0,2 en el examen de matemáticas no era producto del azar ni resultado de la congoja del profesor que veía que no daba ni una e intentaba -con ese par de decimales- levantarme el ánimo. Lo peor de todo es que lo conseguía porque llegar a un