Punto de partida... y punto final del semestre


Lavar las ventanas de mi casa en la ducha no ha sido buena idea, aunque lavarlas in situ e inundar la sala fue peor para el parquet que ahora parece el suelo de un barco pirata. Ahora tengo que tender las sábanas que lavé ayer en la noche y aún no amanece.


Haciendo los deberes a última hora...




Y aquí estamos de nuevo, más de seis meses después, a las 4:05 de la mañana.


Mientras mi hámster duerme, reflexionaré sobre mis fortalezas y carencias.



Podría contar muchas fortalezas, como la capacidad de desensamblar y reparar mi ordenador de manera exitosa sin conocimientos previos de informática, pero casi ninguna tendría que ver con la docencia de ELE.


Pensándolo bien, podría contar como fortaleza la capacidad de explicar la misma cosa de muchas maneras diferentes. Esto ayuda a la hora de hacerme entender frente a un grupo heterogéneo de personas, que bien podría ser una clase de quince alumnos de dieciséis nacionalidades diferentes o la policía de aduanas japonesa empecinada en que llevo drogas en mi maleta.


Otra fortaleza, o fortalencia como me gusta llamarla en círculos más cerrados, sería la paciencia. ¿Quién en su sano juicio se pasaría más de dos meses sin poder usar su ordenador portátil porque lo ha desmantelado por completo y malgasta cada día en intentar entender cómo encajan y funcionan las piezas y componentes electrónicos? Yo, quizás Batman, quizás el Chavo del ocho si pudiera comprarse uno.



La paciencia, intentar enroscar cincuenta veces cada uno de los cuatro tornillos microscópicos que sostienen el ventilador de 5V al disipador de calor de cobre que se atornilla encima del procesador y el GPU no sin antes aplicar una capa suficiente de pasta térmica cerámica. Esa es la misma paciencia con la que puedo explicar innumerables veces lo mismo a la misma persona sin abrirle el coco y darme un festín con los sesos que encuentre.



Leyéndome a mí mismo, me doy la impresión de estar más interesado en la reparación de artilugios que en ELE. Podría ser cierto, quizás lo es; debo de tener los fusibles ya quemados y ennegrecidos por los fotones que me abofetean desde la pantalla y a mi cerebro a través de mis ojos. Pero algo es cierto, tengo paciencia de sobra para explicar una, otra y otra vez y una vez más el porqué se dice me gusta a mí y no gusta a mí o la diferencia entre el pretérito imperfecto y el indefinido.



En resumen, me siento seguro de mí mismo porque soy capaz de solucionar cualquier problema y encontrar explicación a los fenómenos de la lengua en relación al significado e intención de lo que se quiere decir y cómo, sin necesidad de demasiada teoría gramatical.



En cuanto a mis carencias, son un subproducto de mis fortalezas. Soy demasiado desordenado, distraído e ignoro o me rebelo ante lo que me parece inadecuado o irrelevante para mí. Me resulta tremendamente difícil citar correctamente según las normas APA y mi falta de memoria no ayuda. Soy incapaz de recordar más de dos nombres de personajes relacionados con ELE que no sean mis profesores y resulta que los únicos que me sé se apellidan ambos Navarro.


No sé si es una carencia o pocas ganas de leer, pero no me gustan ni las obras de Vargas Llosa -recientemente convertido al fascismo- ni las de Cervantes. Prefiero Larra.


No me preocupa nada porque he afinado habilidades adquiridas previamente como camarero en restaurantes de Miami y Sapporo que resultan útiles a la hora de monitorizar a los estudiantes identificando sus necesidades y ofreciendo explicaciones simples, directas y fáciles de entender. Además, gracias a las prácticas y la retroalimentación por parte de mi tutor, he visto la importancia de los ejemplos por parte del profesor, de delegar el protagonismo a los alumnos y de negociar con ellos sobre su aprendizaje y las actividades y dinámicas de clase. 


Siendo precisos, me preocupan dos cosas en este preciso momento: que mi Memoria de Prácticas no cabe en el Campus Global de la UB y que me falta hacer no sé qué de las TICs para terminar por fin y definitivamente el semestre y poder descansar en paz, sea cual sea al resultado.




Buenas noches.




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